MINSK, 10 feb (BelTA). – Los valores básicos de la sociedad belarusa están consagrados en la Constitución, son profundos e importantes para todos. Lo declaró el Presidente de Belarús, Aleksandr Lukashenko, en una reunión con representantes de confesiones religiosas celebrada el 10 de febrero, informa el corresponsal de BelTA.
En la reunión, el Metropolitano de Minsk y Zaslavl, Veniamín, Exarca Patriarcal de toda Belarús, subrayó la necesidad de preservar los valores cristianos tradicionales, ya que su destrucción, en su opinión, conducirá a la pérdida del núcleo espiritual, los fundamentos únicos de la estatalidad belarusa.
“Proteger la vida pública de las normas de comportamiento y moralidad, que no son inherentes a nuestras tradiciones, es una de las tareas más importantes de la Iglesia Ortodoxa”, afirmó. En este sentido, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Belarús señaló como un factor muy significativo la participación de las confesiones tradicionales en la consolidación de las disposiciones sobre los fundamentos espirituales de la sociedad belarusa en la preparación de la nueva edición de la Ley Fundamental, en la Doctrina de Seguridad Nacional, en los actos legislativos sobre cultura, sanidad y otros. Agradeció al Jefe de Estado la oportunidad de participar en dicho debate.
“Esta práctica demostró su eficacia, y creo que sería bueno desarrollarla, sobre todo porque el trabajo conjunto ayuda a fortalecer la interacción interconfesional, a entenderse mejor”, notó el arzobispo Veniamín, añadiendo que la reunión actual es también una viva confirmación de ello.
En la reunión, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Belarús expuso dos cuestiones más apremiantes. Se trata de la educación patriótica y la preservación de los valores familiares tradicionales.
Según él, la base de la educación patriótica debe ser espiritual, “para que en el alma de un joven ocupen el lugar principal las cualidades más elevadas: el amor al prójimo, la lealtad al deber, la devoción a la Patria, el sacrificio”. En este sentido, la Iglesia Ortodoxa de Belarús intensificó la cooperación con el Ministerio de Educación y las Fuerzas Armadas. Se celebran numerosos actos conjuntos para conmemorar la Gran Guerra Patria, que también une a todas las confesiones. Se presta mucha atención a la formación de un sentimiento de coparticipación mediante la activación en el entorno juvenil de movimientos de búsqueda, historia local ortodoxa, hermandades ortodoxas.
“Como es sabido, una multitud de personas se convierte en una nación gracias a la memoria común. Y la memoria se conserva y transmite con más fuerza en la familia. Por eso, el papel de la familia es importante no sólo en la solución de los problemas demográficos, sino también en la educación patriótica”, subrayó el patriarca Veniamín.
“Por eso la deshumanización de la familia, la idea de que es una carga, está en el corazón de la ideología liberal”, añadió. Según él, la ideología liberal propone ver a la familia como un factor que limita la libertad, aunque en realidad es lo que da a la persona la alegría de encontrar el sentido de la vida, la posibilidad de renacer espiritualmente.
“Por desgracia, las tradiciones familiares y la continuidad de las generaciones se han perdido en parte, incluso porque los padres jóvenes de los años 90 y posteriores intentaron educar a sus hijos según los libros occidentales de moda. Por eso es tan importante hoy ofrecer a los jóvenes la imagen de una familia fuerte y amistosa, por supuesto, sin lanzarnos a tiempos arcaicos, sino teniendo en cuenta las condiciones modernas, con la mirada puesta en el futuro. Los valores cristianos del amor, la ayuda mutua, la alegría del trabajo conjunto y la comunicación nos permiten mostrar la imagen de una familia así – una familia verdaderamente feliz. Creo que si combinamos los esfuerzos de las organizaciones estatales, públicas y religiosas, tendremos éxito en la educación familiar”, subrayó el patriarca.
En respuesta, el Jefe de Estado declaró que todos los valores básicos de la sociedad belarusa están consagrados en la Constitución del país, y muchos de ellos con la aprobación y de la mano de las confesiones representadas en Belarús.
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